CECRID

Los eventos académicos tendrían que ser puntos de encuentros en los que haya diálogos y diversos intercambios entre ponentes y público, sin embargo ocurre lo contrario: investigadores y especialistas tienen el monopolio del conocimiento y la palabra.

En los eventos sobre discapacidad esto es más notorio. A lo anterior se le suma el siguiente hecho: especialistas y profesionales tienen un papel protagónico en el podio. Las personas con discapacidad que manejan diestramente el discurso de los derechos humanos son contempladas para compartir en esos espacios, sin embargo son un grupo reducido que en muchas ocasiones está en sintonía con el discurso hegemónico. El resto de personas con discapacidad, hay que decirlo, tiene pocas posibilidades de participar de forma activa en los eventos académicos y públicos.

La mayoría de quienes integramos La Lata participamos en el Coloquio de Antropología y discapacidad que se realizó en la Escuela Nacional de Antropología e Historia en mayo del 2017. Lo consideramos un parteaguas en los eventos académicos que conocíamos ya que consideró líneas temáticas que no eran tomadas en cuenta por los organizadores de eventos sobre discapacidad en esa época (tuvo cabida para participaciones que abordan el tema desde la antropología, el arte, la cultura, el diseño, los medios de comunicación o la sexualidad). También fue un punto de encuentro que permitió la creación de redes entre participantes y público. Sin embargo el hecho más importante fue que las personas con discapacidad tuvieron un papel protagónico en las mesas y actividades del programa.

Alguien de nosotros fue quien organizó ese evento, así que una vez conformados como colectivo decidimos continuar con esa iniciativa. Mantuvimos la esencia de ese antecedente, pero cambiamos el nombre para evidenciar un posicionamiento con respecto a los estudios convencionales en discapacidad.