En México, e intuimos que ocurre lo mismo en otras partes del mundo, existe una oferta de actividades y talleres que intentan generar una “sensibilización” de la discapacidad que parte del “ponerte en los zapatos del otro”. Este lugar común es una práctica capacitista que propone el hacer vivir la experiencia de la discapacidad utilizando diversas estrategias (vendar los ojos, tapar los oídos, inmovilizar alguna de las extremidades, utilizar silla de ruedas o estar en un sala oscura con estrobos led parpadeando incesantemente) con el objetivo de que, por unos momentos, el participante pueda “sentir en carne propia” alguna discapacidad. La empatía que generan este tipo de actividades parte del hecho de experimentar la falta de integridad corporal obligatoria, y al hacerlo sensibilizar sobre las barreras del medio pero, sobre todo, dimensionar la “capacidad sobrehumana” y resiliencia que tiene la persona con discapacidad para sobreponerse a la adversidad. Con lo anterior, se refuerzan los imaginarios clínicos, inspiracionales y capacitistas que existen sobre esta cuestión.
¿Cómo romper estos imaginarios? Fue la interrogante que nos planteamos para desarrollar un taller diferente a la oferta existente. Para articular la columna vertebral del taller Toma de conciencia disca contemplamos los conocimientos adquiridos en las aulas y la participación de personas con discapacidad que nos apoyaran para compartir sus experiencias. Para que el espacio fuera dinámico y fomentara el trabajo en equipo, nos dimos a la tarea de crear tres artefactos lúdicos tomando como base el Memorama, La lotería y el Serpientes y escaleras, juegos populares que nos permitieron aterrizar conocimientos sobre los modelos de la discapacidad, el binomio normalidad-anormalidad, las corporalidades no normativas, las prácticas capacitistas y la construcción de entornos poco amigables. Así fue como desarrollamos el Discarama, La lotería discapacitada y el Deficientes y barreras, juegos que nos permiten trabajar sobre los imaginarios asistencialistas, paternalistas, capacitistas e inspiracionales que prevalecen en torno a la discapacidad.
Cada taller lo adaptamos según el espacio o los requerimientos de las instancias que lo solicitan. Desde el primero combinamos las actividades presenciales con diversos recursos en línea (lecturas teóricas o literarias y obras cinematográficas, principalmente). En el transcurso de seis años hemos impartido talleres en el Museo Memoria y Tolerancia, la Universidad Autónoma de la Ciudad de México, la Unidad de Atención para Personas con Discapacidad, la Facultad de Estudios Superiores Iztacala, El Colegio de Geografía de la Facultad de Filosofía y Letras y Universum, Museo de las ciencias, estas últimas pertenecientes a la UNAM, y en Submarina, proyecto que genera conciencia ambiental a través de actividades que recrean ambientes ecológicos con deshechos.