A partir de la segunda mitad del siglo XIX, en los Estados capitalistas anglosajones se comienza a dotar de contenido el término disability que sirve para se hacer referencia a los sujetos que por alguna cuestión de nacimiento no resultan funcionales para la producción industrial, que perdieron algunos de sus órganos o sentidos en accidentes laborales en las fábricas o como consecuencia de los estragos de las armas modernas en los cuerpos de los combatientes en las guerras.
Durante el siglo XX el término se reforzó a través de los tratados internacionales que miden la salud e imponen un estándar que toda persona debe cumplir. Es así como la discapacidad queda asociada con una condición relacionada con la salud y, por tanto, con una cuestión personal. Lo anterior provocará que sea vista como una condición natural en el ser humano. Al igual que el género o la raza, la discapacidad es una categoría política que se construye a partir del último tercio del siglo XIX y sirve para catalogar a un sector de la sociedad que no cumple con los estándares de un cuerpo íntegro y sano, con todos sus órganos sentidos y sentidos, una inteligencia promedio, buena salud mental y comunicación verbal fluida y coherente, “requisitos” que exige el capitalismo a todos los sujetos.
Referencias
- Aguado, Antonio León (1995). Historia de las deficiencias. Madrid: Escuela Libre Editorial/ Fundación once.
- Palacios, Agustina (2008). El modelo social de discapacidad: orígenes, caracterización y plasmación en la Convención Internacional sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad. Madrid: cermi/Ediciones Cinc.
- Preciado, Beatriz (2019). Lorenza’s Way: práctica artística, diversidad funcional y desobediencia epistémica. La Virreina. Centre de la Imatge.
- Víctor H (2020). Reflexiones sobre el cuerpo discapacitado. Apuntes para un futuro manifiesto. En (Dis)capacidades. Blog sobre otros cuerpos y mentes. Nexos.